Barcos de España
La Armada Española construyó y operó uno de los primeros submarinos militares, realizó importantes contribuciones en el desarrollo del destructor y nuevamente logró una primera circunnavegación global, esta vez por un buque acorazado.
En 1898, estalló la Guerra Hispano-Estadounidense y la Armada española vio aplastantes derrotas a manos de los Estados Unidos. La guerra termina con la caída del Imperio español. Después de la guerra, España reconstruyó su flota en una fuerza más pequeña pero moderna. España permanecería neutral durante la Primera Guerra Mundial.
En la década de 1930, la Armada Española estaba dividida por la Guerra Civil Española y se registraron numerosos enfrentamientos entre republicanos y nacionalistas con pérdidas significativas para ambos bandos. España permaneció neutral en la Segunda Guerra Mundial, pero la armada continuó realizando patrullas. España adquirió muchos buques de los Estados Unidos en los años de la posguerra, incluido su primer portaaviones, y devolvió a la Armada española a la posición de ser una de las armadas europeas más poderosas y capaces.
La Armada Española sigue siendo hoy una importante fuerza capaz de proyectar poder dentro de su ámbito de influencia y en el exterior. Su industria de construcción naval es una de las mejores del mundo, construyendo muchos barcos para sí mismo y para armadas extranjeras. Las principales bases de la Armada Española se encuentran en Rota, Ferrol, San Fernando y Cartagena.