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Ships of U.K.

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?Hasta y durante la I Guerra Mundial, Alemania intentó desafiar el poder de la Royal Navy solo para verse bloqueados y frustrados por la superioridad táctica (obtenida durante siglos de experiencia) de estos últimos. Sin embargo, la eficacia de los submarinos alemanes contra los barcos sin escolta enseñó a los británicos lecciones importantes en tácticas de convoy, unas enseñanzas que los americanos aprenderían rápidamente tras su entrada en la II Guerra Mundial. Aunque la I Guerra Mundial mermó a los británicos, y consecuentemente a la Royal Navy, todavía era una formidable potencia, y después de que los tratados navales de Londres y Washington no fueran cumplidos más por las otras naciones en 1938 inició rápidamente su rearme para reafirmar su lugar como una de las armadas más potentes del mundo. A pesar de ello, no fue tarea fácil ya que sufrieron pérdidas masivas en los inicios de la II Guerra Mundial con el hundimiento del HMS ''Courageous'', HMS ''Glorious'' y HMS ''Hood'' en el Atlántico, y el HMS ''Hermes'', HMS ''Repulse'' y HMS ''Prince of Wales'' en el Pacífico. No obstante, la resiliencia de la Royal Navy acabó por imponerse, teniendo un papel principal en las Operaciones Dynamo, Husky, Torch, Avalanche y Overlord; la vigilancia de las rutas de suministros que permitieron a los británicos y sus aliados luchar en todos los frentes de la guerra; la Flota Británica del Pacífico se distinguió en cada combate en el que se vio envuelta, a pesar de enfrentarse a variadas dificultades logísticas y políticas; el sistemático castigo y hundimiento a los poderosos acorazados y cruceros de batalla de la marina de guerra alemana; la incautación de muchas máquinas y códigos de cifrado del tipo "Enigma"; y la casi aniquilación de la flota de submarinos alemanes en la Batalla del Atlántico. Ambas Guerras Mundiales erosionaron en gran medida el Imperio Británico y su declive significó la entrega por parte de la Royal Navy a la armada de los Estados Unidos de las riendas como la más poderosa marina del mundo.+Hasta, y durante la I Guerra Mundial, Alemania intentó desafiar el poder de la Royal Navy solo para verse bloqueados y frustrados por la superioridad táctica (obtenida durante siglos de experiencia) de estos últimos. Sin embargo, la eficacia de los submarinos alemanes contra los barcos sin escolta enseñó a los británicos lecciones importantes en tácticas de convoy, unas enseñanzas que los americanos aprenderían rápidamente tras su entrada en la II Guerra Mundial. Aunque la I Guerra Mundial mermó a los británicos, y consecuentemente a la Royal Navy, todavía era una formidable potencia, y después de que los tratados navales de Londres y Washington fueran incumplidos por el resto de naciones firmantes en 1938, inició rápidamente su rearme para reafirmar su lugar como una de las armadas más potentes del mundo. A pesar de ello, no fue tarea fácil ya que sufrieron pérdidas masivas en los inicios de la II Guerra Mundial con el hundimiento del HMS ''Courageous'', HMS ''Glorious'' y HMS ''Hood'' en el Atlántico, y el HMS ''Hermes'', HMS ''Repulse'' y HMS ''Prince of Wales'' en el Pacífico. No obstante, la resiliencia de la Royal Navy acabó por imponerse, teniendo un papel principal en las Operaciones Dynamo, Husky, Torch, Avalanche y Overlord; la vigilancia de las rutas de suministros que permitieron a los británicos y sus aliados luchar en todos los frentes de la guerra; la Flota Británica del Pacífico se distinguió en cada combate en el que se vio envuelta, a pesar de enfrentarse a variadas dificultades logísticas y políticas; el sistemático castigo y hundimiento a los poderosos acorazados y cruceros de batalla de la marina de guerra alemana; la incautación de muchas máquinas y códigos de cifrado del tipo "Enigma"; y la casi aniquilación de la flota de submarinos alemanes en la Batalla del Atlántico. Ambas Guerras Mundiales erosionaron en gran medida el Imperio Británico y su declive significó la entrega por parte de la Royal Navy a la armada de los Estados Unidos de las riendas como la más poderosa marina del mundo.
  
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 Durante la I Guerra Mundial, el servicio de la Royal Navy consistió principalmente en la protección de los barcos de la Entente, en la persecución de los cruceros alemanes encargados de sabotear la navegación, en lidiar con los navíos más ligeros de la marina de guerra alemana y también sirviendo en su tradicional rol de exploración para su flota. La producción de cruceros alcanzó su máximo histórico , con más de cincuenta barcos construidos antes del final de la guerra en 1918; todos ellos diseños más pequeños y rápidos. Durante la I Guerra Mundial, el servicio de la Royal Navy consistió principalmente en la protección de los barcos de la Entente, en la persecución de los cruceros alemanes encargados de sabotear la navegación, en lidiar con los navíos más ligeros de la marina de guerra alemana y también sirviendo en su tradicional rol de exploración para su flota. La producción de cruceros alcanzó su máximo histórico , con más de cincuenta barcos construidos antes del final de la guerra en 1918; todos ellos diseños más pequeños y rápidos.
  
?The interwar period became one of parsimony and restriction for the Royal Navy. Heavily in debt to the [[Ship:Ships_of_U.S.A.|United States]], possessing an enormous number of ships needing disposal, and lacking the economic expansion which had driven the pre-war naval construction programs, the United Kingdom readily agreed to become a signatory party to the Washington Naval Treaty of 1922. Cruiser production fell off sharply, and design priorities began to change. What would be needed now were cruisers which could be produced cheaply and possessed all-weather operational abilities, low operational cost, and high endurance. The primary armament of choice would remain the 152mm rifle, despite construction of the ''Hawkins'' class (which would carry 190mm rifles).+El periodo de entreguerras fue de moderación y limitaciones para la Royal Navy. En deuda con los EEUU, poseyendo un gran número de barcos que tenían que ser retirados del servicio, y careciendo de la expansión económica que permitió los programas de construcción naval anteriores a la guerra, el Reino Unido enseguida se mostró dispuesto a firmar el Tratado Naval de Washington de 1922. La construcción de cruceros cayó bruscamente y las prioridades de los diseños empezaron a cambiar. Lo que era necesario en ese momento eran cruceros que pudieran ser producidos por poco dinero, que tuvieran habilidades operacionales adaptadas a cualquier tipo de climatología, un coste operativo bajo y una larga durabilidad. La elección de armamento principal continuaría siendo el cañón de 152 mm, a pesar de la construcción de la clase ''Hawkins'', que portaba cañones de 190 mm.
  
 The signing of the London Naval Treaty in 1930 would have far-reaching consequences for cruiser design around the world. Cruisers would now be designated as "light" or "heavy" by their armament, with light cruisers mounting 155mm or smaller rifles and heavy cruisers mounting rifles greater than 155mm to a limit of 203mm. Though the Royal Navy would evolve the ''Hawkins'' design — eventually fielding 203mm-armed heavy cruisers beginning with the County class — the preference would remain with the smaller, cheaper to construct and operate 133mm and 152mm-armed light cruisers. This policy would remain in effect throughout World War II, as no heavy cruisers were built after the County and ''York'' classes. The signing of the London Naval Treaty in 1930 would have far-reaching consequences for cruiser design around the world. Cruisers would now be designated as "light" or "heavy" by their armament, with light cruisers mounting 155mm or smaller rifles and heavy cruisers mounting rifles greater than 155mm to a limit of 203mm. Though the Royal Navy would evolve the ''Hawkins'' design — eventually fielding 203mm-armed heavy cruisers beginning with the County class — the preference would remain with the smaller, cheaper to construct and operate 133mm and 152mm-armed light cruisers. This policy would remain in effect throughout World War II, as no heavy cruisers were built after the County and ''York'' classes.

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Desde principios del siglo XVIII hasta mediados del siglo XX, la Royal Navy del Reino Unido fue la más potente del mundo, derrotando a los navíos de Francia, Holanda y España para establecer al Imperio Británico como la fuerza dominante mundial - el "imperio en el que el sol nunca se pone" - e influenciar, todavía en la actualidad, muchos aspectos de la vida diaria en numerosos países de todo el mundo. A causa de esta primacía histórica, y aunque muchas otras armadas tienen nombres parecidos, solo se califica sin más como "The Royal Navy" a la del Reino Unido. La Royal Navy fue la precursora de muchos progresos en tecnología naval y estrategia; el HMS "Dreadnought", cuyo revolucionario diseño impresionó de tal manera al mundo que todos los acorazados fueron definidos de manera genérica como "dreadnought o "pre-dreadnought"; los primeros cruceros de batalla; el primer portaviones con cubierta de vuelo; el ataque exclusivamente aéreo de la Batalla de Tarento; las medidas anti-submarino como el sonar, la radiogoniometría HF-DF, hidrófonos, cargas de profundidad, el mortero "hedgehog" o "erizo"; e innovaciones del diseño de los portaviones como concentrar el puente de mando y torre de control en una superestructura en isla en el lateral de la nave (en oposición a la configuración de cubierta de vuelo despejada), las rampas de salto y las cubiertas de vuelo de largo total, blindadas y en ángulo.


Hasta, y durante la I Guerra Mundial, Alemania intentó desafiar el poder de la Royal Navy solo para verse bloqueados y frustrados por la superioridad táctica (obtenida durante siglos de experiencia) de estos últimos. Sin embargo, la eficacia de los submarinos alemanes contra los barcos sin escolta enseñó a los británicos lecciones importantes en tácticas de convoy, unas enseñanzas que los americanos aprenderían rápidamente tras su entrada en la II Guerra Mundial. Aunque la I Guerra Mundial mermó a los británicos, y consecuentemente a la Royal Navy, todavía era una formidable potencia, y después de que los tratados navales de Londres y Washington fueran incumplidos por el resto de naciones firmantes en 1938, inició rápidamente su rearme para reafirmar su lugar como una de las armadas más potentes del mundo. A pesar de ello, no fue tarea fácil ya que sufrieron pérdidas masivas en los inicios de la II Guerra Mundial con el hundimiento del HMS Courageous, HMS Glorious y HMS Hood en el Atlántico, y el HMS Hermes, HMS Repulse y HMS Prince of Wales en el Pacífico. No obstante, la resiliencia de la Royal Navy acabó por imponerse, teniendo un papel principal en las Operaciones Dynamo, Husky, Torch, Avalanche y Overlord; la vigilancia de las rutas de suministros que permitieron a los británicos y sus aliados luchar en todos los frentes de la guerra; la Flota Británica del Pacífico se distinguió en cada combate en el que se vio envuelta, a pesar de enfrentarse a variadas dificultades logísticas y políticas; el sistemático castigo y hundimiento a los poderosos acorazados y cruceros de batalla de la marina de guerra alemana; la incautación de muchas máquinas y códigos de cifrado del tipo "Enigma"; y la casi aniquilación de la flota de submarinos alemanes en la Batalla del Atlántico. Ambas Guerras Mundiales erosionaron en gran medida el Imperio Británico y su declive significó la entrega por parte de la Royal Navy a la armada de los Estados Unidos de las riendas como la más poderosa marina del mundo.


Cruceros

Historia

La historia de los cruceros de la Royal Navy es la de la innovación y la economía. Al igual que los de las potencias navales rivales, la Royal Navy poseía principalmente -a comienzos del siglo XX- dos tipos básicos de cruceros: los cruceros acorazados y los cruceros de reconocimiento. Aunque había muchos diseños diferentes que reflejaban la influencia simultánea de una tecnología que avanzaba rápidamente y el conservadurismo naval, casi todos hubieran encontrado acomodo en la línea de batalla (cruceros acorazados) o sirviendo como los ojos de la flota o junto a los destructores (cruceros de reconocimiento).

En 1907, las lecciones aprendidas por las grandes potencias navales tras la Batalla de Tsushima -así como el diseño y construcción al mismo tiempo del HMS Dreadnought- confirmó que el fin de la era de los cruceros acorazados era inminente. Para la Royal Navy, esta fue una época de todavía mayor y más rápida experimentación en los diseños. Bajo el liderazgo de Sir John Fisher, la Royal Navy estaba a punto de entrar en un periodo de reforma y rearme, las consecuencias del cual iban a ayudar a dar forma al futuro desarrollo de los cruceros británicos. Gracias al enérgico apoyo de Fisher a la teoría de los cruceros de batalla, el diseño de los cruceros en la Royal Navy empezó a mostrar preferencia por barcos más pequeños y rápidos. Los cruceros de batalla de la Royal Navy construidos en la época post-HMS Dreadnought pero antes de la I Guerra Mundial eran robustos, bien armados y poseían unas buenas cualidades marineras en comparación con sus homólogos de otras armadas. El cañón de 152mm se convirtió en el armamento estándard de los cruceros británicos durante este periodo.

Durante la I Guerra Mundial, el servicio de la Royal Navy consistió principalmente en la protección de los barcos de la Entente, en la persecución de los cruceros alemanes encargados de sabotear la navegación, en lidiar con los navíos más ligeros de la marina de guerra alemana y también sirviendo en su tradicional rol de exploración para su flota. La producción de cruceros alcanzó su máximo histórico , con más de cincuenta barcos construidos antes del final de la guerra en 1918; todos ellos diseños más pequeños y rápidos.

El periodo de entreguerras fue de moderación y limitaciones para la Royal Navy. En deuda con los EEUU, poseyendo un gran número de barcos que tenían que ser retirados del servicio, y careciendo de la expansión económica que permitió los programas de construcción naval anteriores a la guerra, el Reino Unido enseguida se mostró dispuesto a firmar el Tratado Naval de Washington de 1922. La construcción de cruceros cayó bruscamente y las prioridades de los diseños empezaron a cambiar. Lo que era necesario en ese momento eran cruceros que pudieran ser producidos por poco dinero, que tuvieran habilidades operacionales adaptadas a cualquier tipo de climatología, un coste operativo bajo y una larga durabilidad. La elección de armamento principal continuaría siendo el cañón de 152 mm, a pesar de la construcción de la clase Hawkins, que portaba cañones de 190 mm.

The signing of the London Naval Treaty in 1930 would have far-reaching consequences for cruiser design around the world. Cruisers would now be designated as "light" or "heavy" by their armament, with light cruisers mounting 155mm or smaller rifles and heavy cruisers mounting rifles greater than 155mm to a limit of 203mm. Though the Royal Navy would evolve the Hawkins design — eventually fielding 203mm-armed heavy cruisers beginning with the County class — the preference would remain with the smaller, cheaper to construct and operate 133mm and 152mm-armed light cruisers. This policy would remain in effect throughout World War II, as no heavy cruisers were built after the County and York classes.

World War II would see the cruisers of the Royal Navy come to prominence, engaging in nearly every type of mission conceivable — from naval gunfire support to convoy protection — and they would do so in every ocean of the world. Flexible and capable, British and Commonwealth cruisers would participate in nearly every action fought by their respective navies, from the defeat of Admiral Graf Spee, to the defense of Arctic convoys, to the protection of aircraft carrier task forces in the Pacific. Gun cruisers would remain in high service demand with the Royal Navy through the end of the war and into the post-war and Cold War years, with the last of them, the Tiger class, being retired in the 1970s.

Playstyle

British cruisers in World of Warships share many similarities with American and German cruisers, with fast-firing guns housed in quick-turning turrets; however, they fire only armor-piercing rounds. While the lack of high-explosive shells greatly reduces their versatility against more heavily armored ships or well-angled opponents, their AP shells' fuse lengths and penetration values are improved over other nations' such that shots are able to penetrate in places where they would normally bounce off. In addition, they do not have another mainstay of cruisers: the Defensive AA Fire consumable. This means that Royal Navy cruisers have to brute force their way through aircraft attacks, which isn't as bad as it sounds given that their AA firepower can be on par with American cruisers (and eventually exceeds them with Neptune and Minotaur). Their armor is quite thin with rather large citadels, although like American cruisers, this weakness is partially offset by their citadels being mostly below the waterline, with exposed parts reinforced with additional armor. However, this is where the bad news ends; while having average rudder shift timings, British cruisers have extremely good acceleration values (and good top speeds) that allow them to maintain near-maximum speeds even while doing sharp turns; their concealment values are among the best for cruisers of all nations; they have additional access to other consumables like Repair Party, Surveillance Radar, and Smoke Generators that most other cruisers can only dream of having, giving them unparalleled utility. Their torpedo armament is sufficient for the most part — having decent ranges with 60-knot speeds – and instead of choosing between wide and narrow spreads, captains can choose to fire off individual torpedoes or expend the entire launcher at once. Skilled captains will use these cruisers' agility and tools to get themselves into advantageous positions or out of sticky situations and dictate engagements on their own terms.

Destroyers

Ship_PBSD102_Medea.png
II Medea
Ship_PBSD106_Icarus.png
VI Icarus
Ship_PBSD506_Gallant.png
VI Gallant Doblones
Ship_PBSD107_Jervis.png
VII Jervis
Ship_PBSD108_Lightning.png
VIII Lightning
Ship_PBSD517_Cossack.png
VIII Cossack Doblones
Ship_PBSD598_Black_Cossack.png
VIII Cossack B Doblones
Ship_PBSD519_Somme.png
IX Somme Doblones

Cruisers

Ship_PBSC103_Caledon.png
III Caledon
Ship_PBSC104_Danae.png
IV Danae
Ship_PBSC505_Exeter.png
V Exeter Doblones
Ship_PBSC516_London.png
VI London Doblones
Ship_PBSC526_Dido.png
VI Dido Doblones
Ship_PBSC107_Fiji.png
VII Fiji
Ship_PBSC207_Surrey.png
VII Surrey
Ship_PBSC507_Belfast_1959.png
VII Belfast Doblones
Ship_PBSC108_Edinburgh.png
VIII Edinburgh
Ship_PBSC208_Albemarle.png
VIII Albemarle
Ship_PBSC508_Cheshire.png
VIII Cheshire Doblones
Ship_PBSC518_Tiger_1959.png
VIII Tiger '59 Doblones
Ship_PBSC528_Belfast_1943.png
VIII Belfast '43 Doblones
Ship_PBSC538_Hampshire.png
VIII Hampshire Doblones
Ship_PBSC548_Nottingham.png
VIII Nottingham Doblones
Ship_PBSC558_AZUR_Cheshire.png
VIII AL Cheshire Doblones
Ship_PBSC209_Drake.png
IX Drake

Aircraft Carriers

Ship_PBSA204_Hermes.png
IV Hermes
Ship_PBSA518_Ark_Royal.png
VI Ark Royal Doblones
Ship_PBSA508_Indomitable.png
VIII Indomitable Doblones
Ship_PBSA528_Colossus.png
VIII Colossus Doblones
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